Recientemente ha sido denunciada por periodistas la ocupación ilegal de espacios públicos por parte de “dealers”.
Talleres
de vehículos que, evitando incurrir en gastos de alquiler de local, han estado ocupando
las calles y aceras de la ciudad, impidiendo así el desarrollo de las
comunidades.
Pese
a que se trata de una realidad fácilmente constatable, el flagelo de la ocupación
ilegítima de espacios ajenos por parte de dealers de vehículos no se reduce a
las vías públicas, sino que estos negocios en ocasiones invaden propiedad
privada, como es el caso del inmueble en el que se encuentran las ruinas del
antiguo Colegio Maharishi.
A
raíz de que el gobierno dominicano ha anunciado la construcción de un gran
proyecto en el inmueble donde antiguamente operaba el Colegio Maharishi, han
salido a relucir diversas denuncias realizadas por los pobladores de las
urbanizaciones Solimar y Miramar, quienes se quejan de que este terreno se
encuentra ocupado por muchos invasores que han establecido negocios
improvisados que no están sujetos a ningún tipo de regulación. De manera
particular, los residentes afirman estar
sometidos
a una gran contaminación ambiental y acústica ya que, incluso tratándose de un
inmueble ubicado en plena ciudad -cerca de zonas residenciales, escuelas y
comercios varios allí se han establecido dealers, talleres de mecánica y otros
negocios, los cuales ocupan cerca de 10,000 metros del inmueble Maharishi.
Para
buena suerte de los residentes de las urbanizaciones Solimar y Miramar, ya se
ha iniciado el proceso de desalojo y limpieza que por tanto tiempo habían
requerido, debido a que este terreno está siendo preparado para la construcción
del proyecto anunciado por el gobierno dominicano.
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