Ingeniero Tomás Ozuna Tapia.
A raíz de mi salida de la gerencia de la Empresa Distribuidora del Este (Edeeste) han surgido muchos comentarios, conjeturas y planteamientos sobre posibles causas de esa salida.
En primer lugar, quiero decir que, agradezco profundamente la confianza depositada por el presidente Luis Abinader, que me designó por decreto como gerente de Edeeste y me dio su respaldo durante todo ese período. Asimismo, al ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte.
Mi salida se debió esencialmente a circunstancias de tipo personal y profesional las cuales había comunicado desde hacía varias semanas, de manera personal al ministro de Energía y Minas.
No puedo negar que en algunos momentos surgieran algunas contradicciones sobre aspectos estratégicos de trabajo para mejorar el sector de distribución, pero en ningún momento mi salida se debió a ninguna otra situación; es decir, no se trata de una destitución, ni de algún hecho pecaminoso, o contrario a la ética que debe practicar un funcionario del Estado.
Por otro lado, tampoco es cierto que yo haya dicho, ni afirmado que mi salida se debe a que me oponía a cancelaciones ni a nada relacionado al personal. En ningún momento he afirmado eso, ni he recibido presiones en ese sentido. Las razones fueron las arriba expuestas.
Reiteramos nuestra máxima consideración con el presidente Abinader y nuestra disposición a colaborar en el sector eléctrico, pero desde funciones que me permitan atender algunos asuntos de sumo interés personal.
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