Las nuevas medidas se suman a las demás que han sido implementadas por el Ministerio de Salud y la Procuraduría General de la República, conforme a los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
SANTO DOMINGO, D.N.- La Procuraduría General de la República (PGR) informó este viernes la implementación de nuevas medidas en el sistema penitenciario nacional, siguiendo las directrices del Ministerio de Salud Pública, para la preparación, prevención y control del coronavirus (COVID-19) en los diferentes recintos penitenciarios del país.
La PGR explicó que como parte de las nuevas medidas, el personal que administra los centros penitenciarios deberá identificar un coordinador y un equipo de trabajo entrenado que conduzca el proceso de prevención, concienciación, preparación y respuesta para la atención de los casos, así como crear comisiones evaluadoras para identificar los casos de internos vulnerables de acuerdo a la clasificación establecida por las autoridades sanitarias, entre éstos, los adultos mayores, los que tienen condiciones especiales y los que tengan enfermedades como diabetes, hipertensión u otra afección crónica.
Mediante un comunicado de prensa se informó que el procurador general de la República, Jean Rodríguez, remitió a las autoridades penitenciarias y a los miembros del Ministerio Público, el documento con las nuevas medidas que implementarán en el sistema penitenciario nacional, siguiendo las mejores prácticas internacionales, validadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instruyéndoles dar cumplimiento estricto a las mismas y a las anteriores que se han puesto en marcha para evitar la propagación de la enfermedad, como la restricción total temporal de las visitas, chequeos de salud, higienización de las instalaciones y jornadas de orientación sobre la importancia de la prevención.
Como parte de las nuevas medidas, se extremarán las medidas de lavado de manos, antes y después de comer y tocar objetos, y se colocarán afiches en lugares visibles sobre técnicas de lavado de manos, estornudos y tos, así como promover no fumar en el recinto, ya que esta práctica contribuye a incrementar los problemas respiratorios.
Los equipos de salud de la instalación penitenciaria deberán monitorear diariamente a los privados de libertad de las celdas donde se hayan detectado casos sospechosos de COVID-19, así como separar y colocar en una celda o área con mayor ventilación a los que presenten mayores síntomas respiratorios.
Además, será aislado todo privado de libertad que provenga de otros lugares, ya sea, por ser repatriado o personas arrestadas directamente en el aeropuerto, quienes deberán ser puestos en aislamiento durante un período de 14 días en un lugar específico y exclusivo para tal efecto, entre tanto se completan los estudios correspondientes para confirmar o descartar la enfermedad.
De igual manera, se informó que los centros contarán con personal de salud capacitado para detectar los síntomas de una posible infección por COVID-19, procediendo a referir los mismos con casos sospechosos, probables o confirmados y que presenten complicaciones pulmonares, enfermedades clínicas u otros criterios de hospitalización.
Si las condiciones clínicas del interno empeoran o se hicieran insostenibles para el manejo del interno a juicio del equipo de salud, se procederá a su notificación a las autoridades del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Salud para su referencia a un centro autorizado, según la localización del recinto penitenciario.
En el caso de los reclusos que hayan compartido celdas y personas encargadas de los cuidados, se considerarán como contactos y se tomarán sus datos epidemiológicos básicos, estableciendo las autoridades de salud los mecanismos necesarios para su evaluación y seguimiento, según el protocolo establecido.
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