Por Balbueno Medina
En la República Dominicana esperamos con ansias el momento en que los apagones eléctricos desaparezcan de nuestro territorio nacional, y si para ello es necesario que se continúen construyendo plantas como las de Punta Catalina, bienvenidas sean todas por la salud de la población.
Para nadie es un secreto, que servicios tan vitales como el agua potable, la energía eléctrica, la recogida de basura, la telefonía y otros, constituyen los ejes fundamentales de la existencia del ser humano, razón por la cual es un deber de las autoridades preservar por encima de todo la provisión de los mismos en óptimas condiciones.
Los 750 megavatios que serán aportados por las dos Plantas a Carbón de Punta Catalina a partir del 2020, aun cuando mejoraran la generación eléctrica, no serán suficientes para resolver definitivamente el problema de los apagones eléctricos que enfrentamos los dominicanos, por lo que se hace necesario que se continúen los esfuerzos por lograr terminar con estos en el tiempo más breve posible.
Desde ese punto de vista, es importante el anuncio que han hecho las autoridades, en el sentido de que crearan una empresa para vender el 49 por ciento de las acciones de las dos plantas a Carbón de Punta Catalina, operación que le generara recursos al Estado para poder cumplir con parte de los compromisos financieros contraídos por la CDEEE e invertir, si así lo desea en la construcción de nuevas unidades de generación eléctrica que le permitan al gobierno avanzar sustancialmente en la eliminación de los apáganos que castigan la población dominicana.
Los recursos generados por la venta de esas acciones se sumaran a los 600 millones que recibirá el gobierno durante el próximo año, producto de la venta de energía ofertada por las dos plantas de Punta Catalina, en su primer año de operación a toda capacidad, lo que explica que permitirá un ahorro significativo para las finanzas públicas, sin tomar en cuenta el impacto que tendrá en los bolsillos de los usuarios a través del descenso que recibirán en el pago de sus facturas de consumo.
Con la creación de nuevas unidades de generación eléctrica, el país no solamente continuara abaratando los costos de producción, sino también que dejara de depender de las viejas plantas que producen energía a altos costos y que frecuentemente son utilizadas por los bajos niveles de producción que se registran en el mercado eléctrico nacional, razón por la cual todavía se mantienen los altos niveles de precios de las facturas de consumo que reciben los usuarios del servicio.
Saludamos la valentía que han tenido las autoridades en la persona del Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE, licenciado Rubén Jiménez Bichara, en hacer pública la decisión de vender el 49 por ciento de las acciones de las plantas a Carbón de Punta Catalina y que el gobierno mantenga la mayoría de acciones garantizando de esa manera que el Estado dominicano continúe administrando esas empresas.
Abogamos porque las acciones puestas en ventas por el gobierno sean adquiridas por inversionistas dominicanos, que les duela este país, para que no volvamos a vivir la amarga experiencia que tuvimos con Unión Fenosa, que ostentaba la administración de las Distribuidoras de Electricidad, y que obligó al Estado a recomprarlas, porque los apagones castigaban sin contemplación a la mayoría de la población dominicana, que se encontraba desesperada y en peores condiciones que antes de la capitalización de las empresas eléctricas.
Estamos plenamente seguros de que cuando todo esté listo para poner en venta las acciones de Punta Catalina, aparecerán de inmediato los socios que el Estado está buscando para capitalizar la empresa, porque el negocio de la generación eléctrica es uno de los más rentables y demandados por la ciudadanía por la importancia que representa para el desarrollo industrial y humano de cualquier nación.
Tomar esa valiente decisión, no implica la discusión o aprobación del fallido Pacto Eléctrico, ya que se trata de un bien tangible sobre el cual el gobierno está en la obligación de sacarle el mejor provecho a favor del país, por lo que la gente solo está a la espera de ver conjurada la crisis eléctrica que todavía está padeciendo por las complejidades e intereses del sector eléctrico nacional.
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