La Fundación
Cultural Cofradía, la Federación Dominicana de Arte y Cultura, la Fundación
Teatro Popular Danzante y la Red Cultural validan y saludan públicamente la
aprobación final de la Ley de Mecenazgo Cultural por parte del Congreso
Nacional el pasado miércoles 28 de agosto, después de más de 7 años de debates
y modificaciones entre la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
Entendemos
que es una imperiosa necesidad para la sociedad dominicana la promulgación por
el Poder Ejecutivo y la puesta en marcha
de esta ley, cuyo objeto es el de establecer un régimen de fomento e incentivo
a las iniciativas y aportes económicos y de otra índole de mecenazgo del sector
privado, para contribuir al financiamiento de programas orientados al desarrollo
cultural en el país. El Fondo Solidario de Apoyo a la Cultura se formará
esencialmente a través de la aplicación a los donantes de un deducible de hasta
dos punto cinco por ciento del impuesto sobre los ingresos netos al final de
cada año fiscal.
Sin embargo,
al mismo tiempo que celebramos su aprobación, criticamos de manera enérgica la
tendencia verticalista y antidemocrática definida en la estructura y forma de
funcionamiento del Consejo de Mecenazgo, el cual será el órgano rector de la
Dirección de Mecenazgo que deberá ser creada. Allí, de forma inexplicable e
inconsulta, se excluyó la participación de “dos representantes de las ONG´s
culturales de mayor representatividad nacional, a ser elegidos entre ellos”,
como bien lo establecía el proyecto de ley y había sido consensuado con el
sector; quedando así como una ley cultural sin participación del sector
artístico-cultural que le da sustento.
De igual
manera, fue excluida la representación de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, que como institución académica superior es la de mayores méritos,
experiencias y resultados en el campo de las políticas culturales y relaciones
con el sector desde hace más de cincuenta años. También se excluyó la Liga Municipal
Dominicana, la cual debiera jugar un rol protagónico para la expansión de la
dinámica sociocultural en todos los territorios y alcaldías del país, como lo
establecen las políticas de desarrollo municipal. A ello se suma la exclusión de
la diáspora como beneficiaria de los proyectos a ser aprobados e implementados
bajo la cobertura de la ley.
Ante tales
exclusiones, la Dirección General de Mecenazgo será una institución adscrita al
Ministerio de Cultura, con una estructura elitista dirigida esencialmente por
altos funcionarios gubernamentales, entre ellos los ministros de Hacienda,
Cultura y la Presidencia y un representante del Consejo Nacional de la Empresa
Privada; lo cual no da seguridad del conocimiento pleno del sector ni de la
transparencia y objetividad en las asignaciones de los fondos para el
desarrollo de proyectos culturales.
Como expresión del movimiento cultural activo, con
incidencia de trabajo a nivel nacional y más de 60 instituciones vinculantes, Cofradía,
Funtepod, Fedoarcu y la Red Cultural vemos de manera positiva el espíritu
pluralista establecido en la Ley de Mecenazgo respecto a la diversidad de
sectores del arte y la cultura a ser beneficiados, incluyendo: la música, el
teatro, la danza, el coleccionismo, el arte público, la plástica, los
audiovisuales, la multimedia, el folclor, el patrimonio cultural, tangible e
intangible, así el amplio complejo de tradiciones de las culturas populares
existentes en los barrios y campos del país, base de nuestra identidad como
pueblo. Por igual, enfatizamos el amplio campo de acciones definidos en sus
objetivos, como son: la capacitación en gestión, gerencia y administración
cultural, la investigación, la publicación y la divulgación artístico-cultural, producción de festivales y ferias culturales y el impulso de las
industrias culturales y creativas.
Finalmente,
apostamos a la elaboración de un reglamento funcional, inclusivo, participativo
y democrático, acorde a lo establecido en el artículo 64 de la Constitución
sobre los Derechos Culturales y a lo consensuado con el sector en la Estrategia Nacional de
Desarrollo.
Publicar un comentario