SANTO DOMINGO.- Yris Neida Cuevas, periodista y especialista en Derechos Humanos califica de desacertados planteamientos de sectores religiosos, académicos y políticos sobre la política de género que se propone implementar el Ministerio de Educación.
Dijo estar sorprendida por el aparente desconocimiento de sectores que están llamados a proponer una educación inclusiva, en valores, con respecto a la diversidad cultural, política, religiosa e incluso sexual, ya que esto lo que promueve es una cultura de paz y tolerancia.
Indicó que apoya la Resolución Ministerial número 33-2019 del Minerd ya que esta no establece nada que no sea una política educativa basada en igualdad y que es al Estado que corresponde diseñar las políticas públicas con respeto a los derechos humanos.
“Considero que estos sectores, desconocen a fondo el tema cuando rechazan una resolución que en ninguna de sus partes promueve homosexualidad y mucho menos suplantación del modelo familiar existente y que bastante disgregado que ya está. Entiendo que lo que deben es socializar estas políticas y hacer los aportes necesarios sin que primen intereses y criterios particulares” indicó.
Manifestó que al aparecer ninguno de estos opositores a las políticas de género se ha detenido a analizar detenidamente de qué se trata y lo que han hecho es tergiversar los concepto y confundir, ya que una educación inclusiva por el contrario de lo que platean, ayudará a formar personas con criterios, libertad de pensamiento y sobre todo seres humanos sensibles y capaces de dirimir sus conflictos.
“En qué cabeza de un ser pensante, puede caber que en una escuela se le va a inculcar a un niño o niña que puede tener sexo a temprana edad, que puede tener relaciones con personas de su mismo sexo, sencillamente se les va a enseñar a tener dominio y control de sus sentimientos, a expresar sus pensamientos, a tener confianza en sí mismos, para que puedan tomar las decisiones correctas” indicó.
Expresó que si desde hace tiempo se estuviera enseñando los temas de manera adecuados, sin tabúes y sin la influencia y manipulación religiosa, no habría tantas niñas embarazadas a temprana edad, jóvenes delinquiendo y drogándose, ni estuviéramos tanta violencia en el hogar.
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