La Habana.- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, afirmó este domingo que la “batalla fundamental” del país es la economía, cuyo comportamiento evaluó de “discreto” en 2018, cuando se espera que la isla crezca apenas un 1 % frente al 2 % previsto inicialmente.
Díaz-Canel presidió los debates de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral) previos a la última sesión del año de ese órgano legislativo, que concluirá el próximo viernes 21.
Durante el análisis del plan económico de este año, el presidente cubano reconoció que el resultado “no es el esperado, ni impacta en la población como se desea”, aunque dijo que se cumplió gracias a medidas adoptadas en el segundo semestre, según reportó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
“El cumplimiento del Plan tuvo un grupo de insuficiencias que tienen que ver con la complejidad de la situación económica del país, la cual pasa por problemas estructurales y de funcionamiento acumulados, y que debemos resolver”, señaló en la primera jornada de reuniones de las diez comisiones de trabajo del Parlamento.
Díaz-Canel consideró que en los agudos problemas que arrastra la economía cubana influye la aplicación del bloqueo comercial y financiero por parte de Estados Unidos, recrudecido tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país.
“Todas las operaciones (financieras) que hace Cuba las siguen con una lupa y les ponen presiones a los bancos”, sostuvo, y agregó que el país caribeño tiene exportaciones por cobrar en naciones donde hay bancos que no quieren realizar operaciones con la isla.
El mandatario cubano instó a “fortalecer” la empresa estatal, porque “si es la principal forma de gestión del país, no es posible que avance menos que las otras”.
Previamente, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, presentó un informe ante la comisión parlamentaria según el cual en 2018 se incumplieron los ingresos por exportaciones y persiste un alto nivel de endeudamiento, mientras continúan las dificultades y materialización de los procesos inversionistas.
Gil ratificó que la economía de Cuba creció en 2018 poco más del 1 %, por debajo del 2 % inicialmente previsto, debido principalmente a tensiones financieras y el impacto de varios fenómenos climatológicos en el país.
Entre los sectores que decrecieron citó a la industria azucarera, la agricultura, los ingresos por las exportaciones y el turismo, y la ejecución de importaciones.
Lograron avances, según el funcionario, las áreas de comunicaciones, industria manufacturera, la refinación de combustible y sectores sociales como la salud, la cultura y el deporte.
Al exponer a los diputados las proyecciones económicas de 2019, Gil dijo que el plan debe ser “realista, objetivo y cumplible”, con un pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ligeramente superior al 1 por ciento.
El ministro aseguró que “ni en 2018 ni en 2019 decrece la economía cubana”, y apuntó que el diseño del plan demuestra que el país tiene posibilidades de crecer, ajustándose a sus “propios recursos, sin incrementar las deudas”.
“Los gastos se ajustan a los recursos disponibles. No va al plan todo lo que se pida, sino lo que se puede respaldar y que a su vez garantice crecimiento y desarrollo, potenciando la utilización de reservas internas y sin incrementar el endeudamiento externo del país”, recalcó.
Entre objetivos futuros mencionó el propósito de incrementar los ingresos, así como las exportaciones y procurar su cobro inmediato, además de potenciar la industria nacional, la sustitución de importaciones, y producir en el país “todo lo que se pueda, con calidad y en tiempo”.
El Parlamento cubano continuará reunido la próxima semana, cuando los diputados recibirán información de la comisión que redactó el borrador final de la nueva Constitución que se espera que sea aprobada por el Legislativo en esta cita y sometida a referendo popular el 24 de febrero de 2019.
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