CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco citó a los jefes de todas las Conferencias Episcopales del mundo a una cumbre en febrero para analizar la prevención del abuso sexual de parte de clérigos y la protección de los niños, poniendo en evidencia que el pontífice se ha dado cuenta que el escándalo es mundial y que la falta de acción amenaza con socavar su legado.
El anuncio fue hecho el miércoles por los principales consejeros cardenales de Francisco, un día antes de que el papa se reúna con líderes eclesiásticos estadounidenses, profundamente desacreditados por las acusaciones más recientes de décadas de abusos sexuales y un escándalo de encubrimiento por parte de la Iglesia católica.
Se cree que la cumbre, del 21 al 24 de febrero, es la primera de su tipo y muestra una toma de conciencia en los niveles más altos de la Iglesia de que el abuso sexual por parte del clero es un problema global y no está restringido al mundo anglosajón, como muchos líderes de la Iglesia han insistido por mucho tiempo.
A principios de este año, Francisco enfrentó lo que entonces era la peor crisis de su papado cuando desacreditó repetidamente a las víctimas de un notorio sacerdote depredador chileno. Finalmente admitió “graves errores de juicio” y ha tomado medidas para enmendarse, sancionar a los obispos culpables y reestructurar el episcopado chileno.
Más recientemente, el papado de Francisco ha sido sacudido por las acusaciones hechas por un nuncio jubilado del Vaticano, de haber rehabilitado a un cardenal estadounidense de las sanciones impuestas por el papa Benedicto XVI por haber abusado y acosado a seminaristas adultos.
El Vaticano no ha respondido a las acusaciones del arzobispo Carlo Maria Vigano, pero ha prometido “aclaraciones” que presumiblemente llegarán en algún momento después de la reunión de Francisco del jueves con la delegación de Estados Unidos.
El Vaticano dijo el martes que la reunión estaría encabezada por el cardenal Daniel DiNardo, jefe de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y que también incluiría al principal asesor de Francisco sobre abuso sexual, el cardenal Sean O’Malley.
Di Nardo ha dicho que quiere que Francisco autorice una investigación completa del Vaticano sobre el excardenal Theodore McCarrick, quien fue retirado como cardenal en julio después de una acusación creíble de que manoseó a un adolescente.
El Vaticano ha sabido desde por lo menos el año 2000 que McCarrick invitaba a seminaristas a su casa de playa en Nueva Jersey y a su cama.
El entonces papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Washington y cardenal en 2001, presumiblemente porque los funcionarios del Vaticano estaban impresionados por su capacidad para recaudar fondos y consideraban que su actividad homosexual pasada era un mero “lapsus moral” y no un abuso grave de poder.
DiNardo también ha dicho que las recientes acusaciones de que los altos funcionarios del Vaticano _incluido el papa actual_ encubrieron a McCarrick desde el 2000 merecen respuestas.
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