Bayahíbe, República Dominicana. -
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, hizo este
jueves en el XIX Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario de la
Junta Agroempresarial del importante impacto que tendrá la construcción de la presa
de Montegrande en variables de desarrollo como la agricultura, el riego, agua
potable y energía.
Recordó
que esta obra, que se levante en Barahona, al sur del país, se inició en 2009,
pero confrontó problemas de financiación hasta su reanudación reciente como
parte de un proyecto que incluye la rehabilitación y complementación de la
presa de Sabana Yegua en la provincia de Azua.
El
funcionario recordó que esta presa es hoy el proyecto de mayor magnitud, con
una financiación cercana a los US$ 400 millones de un préstamo del Banco
Centroamericano de Integración Económica; US$ 249 aprobados, pero aún no
desembolsados, y un avance físico estimado en 35%, incluidas las obras ya ejecutadas
en la presa de Sabana Yegua.
Entre
los beneficios esperados Santana citó 130 mil tareas adicionales en riego
agrícola, agua potable, un acueducto múltiple para todas las provincias del
sur, producción de electricidad, control de inundaciones y, en adición, las importantes
inversiones que viene haciendo el Gobierno en manejo y preservación de cuencas.
Las
principales Yaque del Sur, en ejecución; Yaque del Norte y Ozama e Isabela, en
negociación con el Banco Mundial, e inversiones en presas menores como La Piña,
canales y otras obras, según una nota de la Dirección de Comunicaciones del
MEPyD.
También
en infraestructura de acopio, en procesamiento de frutas, en comercialización y
enfriamiento, así como el relevante proyecto de Desarrollo Agroforestal, en el
cual ya han sido ejecutados RD$278.5 millones desde 2017, esperando impactar un
área forestal de 32 mil hectáreas.
En
su exposición, el ministro resaltó el papel y el rol fundamental que la
infraestructura ha jugado mundialmente en el incremento de la producción y la
productividad, hasta la crisis financiera de 2008-2009, cuando se desaceleró la
participación relativa del gasto público en agricultura en la mayoría de los
países.
Sin
embargo, destacó que en el caso dominicano ese ajuste ha sido de menor
magnitud, por lo cual el país queda bien posicionado en los diferentes
indicadores, por encima de los niveles promedio regional y mundial.
Recordó
que debido a esa crisis, en el objetivo de los ODS (fin del hambre, lograr
seguridad alimentaria y promover agricultura sostenible) se incluyó la meta “aumentar,
incluso mediante una mayor cooperación internacional las inversiones en
infraestructura rural, investigación y servicios de extensión agrícola,
desarrollo tecnológico y bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar
la capacidad de producción agropecuaria en los países en desarrollo,
particularmente en los menos adelantados.
Recordó
el contexto histórico de la segunda mitad del siglo 20, cuando la República
Dominicana realizó significativas inversiones en presas y canales, muchas de
las cuales tenían un propósito preponderantemente agrícola, proceso iniciado en
1967 con la puesta en operación de la presa Las Damas en Duvergé, provincia
Independencia, hasta la construcción al 2001 de catorce presas con una
inversión total de US$ 2,343,424.
En
otro orden, Santana dijo que en las pasadas dos décadas el producto interno
bruto por trabajador ocupado en el sector agropecuario como gasto público en la
función agropecuaria ha exhibido un escaso crecimiento en términos reales,
aunque se observa cierto dinamismo a partir del año 2012.
En
estos últimos años (con oscilaciones) la productividad media ha crecido a una
tasa anual de 1.3% (sin embargo, este valor para toda la economía fue de 2.9%).
Citó
que la inversión pública dirigida a infraestructura considerada de impacto en
el sector agropecuario (excluido mantenimiento de carreteras) durante el
período 2013-2017 asciende a RD$ 16,446.5 millones, en promedio un 3.6% del
gasto de capital ejecutado.
El
ministro disertó en el encuentro “Inversión, Infraestructura y Desarrollo
Productivo Agropecuario” de la JAD que concluye este viernes en el Hotel
Iberostar Dominicus, Bayahíbe, en La Romana.
Previo
a su intervención, el representante del BID en el país, Miguel Coronado Hunter,
esbozó en términos generales el panorama agropecuario de América Latina y el
Caribe. Señaló que en la región hay 14 millones de productores, quienes aportan
el 14 % de los empleos.
El
cónclave reúne a más de 800 agroempresarios interesados en conocer la
actualidad nacional e internacional en infraestructura de riego, investigación
y transferencia tecnológica, frontera, transporte terrestre, marítimo y aéreo,
electrificación y telecomunicaciones.
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