"La inteligencia artificial será uno de los grandes temas, con productos en la línea de los lanzados por Amazon y Google, equipados así con asistentes personales inteligentes -no sólo en casa, sino también en los teléfonos y los relojes conectados", estima Klaus Böhm, de la consultora Deloitte.
En cuanto a los televisores, los píxeles transmiten aún más señales para mejorar la resolución de las pantallas. Los electrodomésticos garantizan la paz de los hogares al integrar comandos de voz que les permiten hablar con toda la familia. Los teléfonos inteligentes recogen cada vez más datos y se vuelven capaces de anticipar por su cuenta las necesidades del usuario.
El espacio central del salón, su vitrina principal presentada el miércoles a la prensa, se parece más a una biblioteca universitaria que a una gran superficie electrónica: este año, investigadores y desarrolladores se mezclan con las start-ups. Señal de esta orientación sobre la digitalización y los programas informáticos, uno de los expositores más fieles de la IFA, el fabricante de teléfonos chino Huawei, tercero en el podio detrás de Apple y Samsung, presentará su primer programa de asistente personal, Kirin, el futuro competidor de Alexa (Amazon), Bixby (Samsung) y Siri (Apple).
Microsoft podría tener algo que presentar en este terreno con los resultados de sus colaboraciones recién anunciadas con Intel, HP y Harmon Kardon. La tele no está muerta Los televisores conectados (smart TV), con visionado de contenidos de vídeo a la carta, permitirán este año a la pequeña pantalla recuperar sus derechos ante las tabletas y ordenadores portátiles.
"¡La tele no está muerta! La gente compra cada vez más pantallas grandes, el tamaño de la imagen aumenta, se vuelve necesario equiparse con una alta resolución", considera Roland Stehle, de la federación alemana GFU, coorganizadora de la IFA.
Los organizadores de la IFA prevén un buen año para los fabricantes de televisores, pues las tecnologías OLED y Ultra Alta Definición (UHD/4k) se vuelven financieramente accesibles y mucho más tentadoras. En 2017, el mercado mundial de la electrónica (teléfonos incluidos) alcanzó un monto de 887.000 millones de euros, es decir un 4% más que el año anterior, según la GFU. Dedicada más al gran público que su competidor de Las Vegas, el Consumer Electronic Show, que tuvo lugar en enero, la IFA suele marcar las compras de Navidad, tanto en electrónica como en electrodomésticos.
Se espera que entre el 1 y el 6 de septiembre acudan unos 240.000 visitantes, una cuarta parte de ellos extranjeros, indicaron los organizadores.
Muchos grupos internacionales aprovecharán la oportunidad para desvelar sus últimas novedades a la prensa el miércoles y el jueves. Apple está tradicionalmente ausente en la IFA y Samsung ya reveló el 23 de agosto su nuevo smartphone de gama alta, el Galaxy Note 8, que debería hacer olvidar el fiasco del Galaxy 7 y sus baterías explosivas.
Sin embargo, el coreano debería lanzar en Berlín su última pulsera conectada, Gear Fit 2, y su smartwatch (reloj inteligente) Samsung Gear S4.
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