Con esa frase, el actor Jim Carrey concluyó su más recienteperformance : una entrevista para el canal E! mientras desfilaba por la alfombra roja de un evento de la Semana de la Moda de Nueva York, la semana pasada.
“Nada de esto”, dijo Carrey durante la entrevista, refiriéndose a la parafernalia y el glamour hollywoodense del evento, “tiene significado; quise encontrar la cosa más desprovista de significado y unirme, así que aquí estoy”.
Atónita, la presentadora de E!, Catt Sadler veía a la cámara y luego volvía a la carga, haciendo una pasarela de preguntas clásicas de alfombra roja: ¿qué llevas puesto, Jim? ¿Qué piensas del evento, Jim? “¿Crees en los íconos, Jim?”, le pregunta Sadler, refiriéndose al tema del evento que los ha reunido: una celebración de los íconos de la moda y la cultura pop. “Tú mismo eres un ícono, Jim”, insiste la muchacha.
“No creo en las personalidades. No creo que tú existas. Pero hay una fragancia maravillosa en el aire”, respondió el actor, antes de ponerse a cantar.
El mundo creyó que Carrey se había vuelto loco. Que su salud mental finalmente había colapsado. La prensa hizo comidilla del asunto:Jim Carrey pierde la cabeza, Jim Carrey se vuelve viral –porque por supuesto que se volvió viral– con descabellada entrevista, ¿ Qué le sucede a Jim Carrey?
¿Qué sucede, Jim?
Unos días después de que la entrevista explotara en vistas y comentarios y se convirtiera en un tema de conversación digital en todo el mundo, Jim Carrey confesó a la revista IndieWire que todavía se preguntaba si había llegado demasiado lejos.
“Cada vez que pasa algo así, como la entrevista, lo veo días después y pienso ‘Dios mío, no fui nada respetuoso con las personas que estaban ahí y con lo que estaban intentando hacer’. Pero, al mismo tiempo, al público le atrae (la burla)”, contó Carrey. “Porque realmente es una mierda, no significa nada. ¿Qué es un ícono? Todas estas son ideas abstractas. Tengo personajes que estimo mucho, pero el negocio de los íconos es una extraña idealización de la gente que nunca es saludable”.
Carrey es, en el fondo, tanto un bromista como un comentarista sociológico. Al menos así lo defiende en sus entrevistas, digamos, normales. Lo defiende, también, en su trabajo menos popular; el que se aleja de roles como Dumb and Dumber y Ace Ventura , con el que una gran parte de su público lo sigue asociando en exclusividad. No que eso genere un conflicto interno para Carrey.
“Por lo general, la gente tiende a resumirme en sus cabezas como el tipo que habla con el trasero y hace un montón de caras raras”, dijo una vez a la prensa. “En realidad, hay un proceso racional detrás de todo eso. Las cosas más tontas del mundo también son una creación. Hablar con el trasero es una forma perfecta para expresar rebelión”.
Lo mismo podría decirse de cada giro de su carrera, que lleva ya treinta años de actividad.
Del personaje dual que interpreta en La máscara , Carrey ha dicho que habla de sí mismo: “Cuando me pongo la máscara, puedo hacer lo que sea, ser quien sea. Todos usamos una máscara todo el tiempo; cuando alguien se quita la suya, de pronto las máscaras de todos los demás resultan evidentes”.
Lo anterior podría sonar como un disparate, como si Carrey se estuviera tomando a sí mismo demasiado en serio cuando, en el fondo, solo está actuando en comedias tontas. Sin embargo, examinar con algo de detenimiento su trabajo es encontrar que, en el fondo, a Jim Carrey simplemente le gusta tomarle el pelo a la gente.
Recientemente, Netflix adquirió los derechos para el documental Jim & Andy: The Great Beyond , que realizó junto al director Chris Smith. La cinta se nutre de más de un centenar de horas de grabación detrás de las cámaras durante el rodaje de la película Man in the moon , de 1999, que vio a Carrey en uno de sus roles más emblemáticos y poderosos de su carrera haciendo el papel del legendario actor y comediante Andy Kaufman –y su álter ego, Tony Clifton–.
La película detalla la actuación de método –un conjunto de técnicas de actuación en la que el actor interioriza a su personaje en su cotidianidad, incluso cuando no está interpretando una escena– que Carrey llevó a cabo durante su tiempo en la película y que preocupó a tanta gente en su momento. Las reacciones de entonces se parecían a las de ahora: ¿qué le sucede a Jim Carrey?
Ahora, 18 años más tarde, con Jim & Andy: The Great Beyond , Carrey parece reírse de quienes se preocuparon por él: todo era una actuación, aunque no hubiera cámaras rodando.
El show de Carrey
El 28 de setiembre de 2015, se encontró el cuerpo sin vida de Cathriona White, exnovia de Carrey; había fallecido por una sobredosis de fármacos.
Fue el comienzo de días complicados para Carrey, quien fue uno de los encargados de cargar el ataúd de su antigua pareja.
Un año más tarde, en setiembre del 2016, Mark Burton, quien estuvo casado con White, demandó a Carrey, acusándolo de haberse valido de su fortuna y su estatus de celebridad para obtener de forma ilegal los fármacos que terminaron por costarle la vida a la mujer.
Carrey negó con vehemencia el señalamiento, pero un mes más tarde, Brigid Sweetman, la madre de White interpuso otra demanda; agregó que Carrey tuvo relaciones sexuales sin protección con White a sabiendas de estar contagiado de varias enfermedades de transmisión sexual; Sweetman dice tener documentos que respaldan sus acusaciones y que confirman que “Carrey le ha mentido a la prensa, al público y a la corte. De acuerdo con el New York Times , el juicio se realizará a mediados del próximo año.
Desde el fallecimiento de White, las apariciones de Carrey en público han sido esporádicas; en más de una ocasión, su estado físico y su salud mental han sido tópico de conversación. La pregunta no lo abandona nunca: ¿qué le sucede a Jim Carrey?
De momento, de acuerdo con él mismo, nada. Es imposible saber si dirá lo mismo cuando el juicio que lo acusa por la muerte de su exnovia concluya. De momento, tal como lo dijo en su reciente y polémica entrevista con E!, “no existimos. Esa es la buena noticia”.
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