Nota publicada por el diario venezolano El Nacional indica que desde el año 2002, el médico inició los primeros estudios de investigación sobre una propuesta de inmunoterapia para cáncer de mama y algunos casos aislados de colon, estómago y cerebro.
“El avance es esta validación y eso es importante. Cuando se obtiene este resultado y cuando se publique quiere decir que el legado del doctor Convit tiene un efecto positivo, porque disminuyó el tumor en ratones, aumentó la sobrevida, también se obtuvo un resultado y eso es lo positivo. Estamos en el camino correcto”, explicó la bioanalista María Alejandra Duarte.
Durante dos años se les indujo células tumorales a ratones femeninos. A un grupo se les inyectó la vacuna para evaluar la respuesta celular frente a los antígenos tumorales cuyos hallazgos ya pasaron una primera prueba de validación.
En la siguiente fase se debe evaluar la toxicidad y efectos secundarios de la vacuna y, además, validar este modelo experimental en dos tipos de especies animales diferentes. Hablar de un tratamiento a la disposición de humanos en una fecha determinada sería aventurado, pero el camino se está transitando, pese a la crisis económica.
La fundación, que ayer celebró 104 años del nacimiento del científico, se mantiene con el apoyo de instituciones públicas y privadas nacionales e internacionalesque dedican su responsabilidad social a impulsar el sueño de conseguir una inmunoterapia que llegue a muchos y de forma gratuita.
Una mano a niños con cáncer
El segundo programa que lleva la fundación es la Unidad de Diagnóstico Molecular que brinda un servicio gratuito para estudiar el cáncer, tumores sólidos cerebrales, leucemias y enfermedades infecciosas de los pacientes del Hospital J. M. de los Ríos.
La Unidad de Oncología del centro de salud pediátrico decide qué muestras se harán y la Fundación Amigos del Niño con Cáncer se encarga del traslado con la cadena de frío y en los tiempos calculados. Luego de un año de trabajo ya se han estudiado 94 muestras y se pretende ampliar la cobertura a los hospitales Pediátrico Dr. Elías Toro y Domingo Luciani, que están bajo la administración del Instituto Venezolano de Seguros Sociales.
El Dato
La fundación pretende lanzar una biblioteca virtual en Internet, especializada en la obra de Convit para preservar y facilitar el acceso al material bibliográfico, hemerográfico y producido por el médico. También el legado será llevado a aulas con ponencias, charlas, cineforos para motivar la curiosidad científica en niños. Otro proyecto que se quedó en el tintero de Convit es trabajar para mejorar la salud de los pueblos que calificaba como olvidados. Apostaba por mejorar la educación en estas poblaciones. El reto de los científicos que quedaron a cargo será garantizar la enseñanza a las comunidades warao y potencialmente a otras comunidades indígenas. La Fundación se plantea la creación de una edificación que se convierta en un centro de enseñanza, adaptado a las costumbres, creencias y ritos de la etnia.
“El avance es esta validación y eso es importante. Cuando se obtiene este resultado y cuando se publique quiere decir que el legado del doctor Convit tiene un efecto positivo, porque disminuyó el tumor en ratones, aumentó la sobrevida, también se obtuvo un resultado y eso es lo positivo. Estamos en el camino correcto”, explicó la bioanalista María Alejandra Duarte.
Durante dos años se les indujo células tumorales a ratones femeninos. A un grupo se les inyectó la vacuna para evaluar la respuesta celular frente a los antígenos tumorales cuyos hallazgos ya pasaron una primera prueba de validación.
En la siguiente fase se debe evaluar la toxicidad y efectos secundarios de la vacuna y, además, validar este modelo experimental en dos tipos de especies animales diferentes. Hablar de un tratamiento a la disposición de humanos en una fecha determinada sería aventurado, pero el camino se está transitando, pese a la crisis económica.
La fundación, que ayer celebró 104 años del nacimiento del científico, se mantiene con el apoyo de instituciones públicas y privadas nacionales e internacionalesque dedican su responsabilidad social a impulsar el sueño de conseguir una inmunoterapia que llegue a muchos y de forma gratuita.
Una mano a niños con cáncer
El segundo programa que lleva la fundación es la Unidad de Diagnóstico Molecular que brinda un servicio gratuito para estudiar el cáncer, tumores sólidos cerebrales, leucemias y enfermedades infecciosas de los pacientes del Hospital J. M. de los Ríos.
La Unidad de Oncología del centro de salud pediátrico decide qué muestras se harán y la Fundación Amigos del Niño con Cáncer se encarga del traslado con la cadena de frío y en los tiempos calculados. Luego de un año de trabajo ya se han estudiado 94 muestras y se pretende ampliar la cobertura a los hospitales Pediátrico Dr. Elías Toro y Domingo Luciani, que están bajo la administración del Instituto Venezolano de Seguros Sociales.
El Dato
La fundación pretende lanzar una biblioteca virtual en Internet, especializada en la obra de Convit para preservar y facilitar el acceso al material bibliográfico, hemerográfico y producido por el médico. También el legado será llevado a aulas con ponencias, charlas, cineforos para motivar la curiosidad científica en niños. Otro proyecto que se quedó en el tintero de Convit es trabajar para mejorar la salud de los pueblos que calificaba como olvidados. Apostaba por mejorar la educación en estas poblaciones. El reto de los científicos que quedaron a cargo será garantizar la enseñanza a las comunidades warao y potencialmente a otras comunidades indígenas. La Fundación se plantea la creación de una edificación que se convierta en un centro de enseñanza, adaptado a las costumbres, creencias y ritos de la etnia.
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